Me encantaría que quien lo lea me comente y me diga qué le parece,quiero mejorar en lo que pueda.

lunes, 29 de julio de 2013

CAPÍTULO 1.

+¡El negro!
-¿Seguro? A mí me gusta más el amarillo.
+El negro, seguro, es precioso.
Martina y Jimena se han recorrido ya todas las tiendas de ropa de la ciudad y por fin parecen haber encontrado el vestido que la primera va a llevar a la fiesta que tanto le inquieta.
Hace ya unos 7 meses que estas dos chicas de 17 años se han vuelto inseparables. Jimena llegó nueva a la ciudad y Martina encontró en ella a quien ahora es su mejor amiga. Y eso es algo que a Raúl y a Rebeca, los amigos de Martina, les molesta. Después de tantos años juntos, los deja tirado por alguien a quien acaba de conocer. Esa no es la Martina que ellos conocieron.
+Me voy para casa, llámame cuando acabe la fiesta y cuéntame qué tal todo.
-Lo haré, no te preocupes.-Martina despide con la mano a su amiga que se aleja entre la gente.
Está muy nerviosa. Melissa,la hermana de Martina, es estudiante de Medicina y ha convencido a su madre para llevarla a una fiesta que hace un compañero de la facultad esa noche, a la que están invitados todos los de su curso.
Llega a casa, se ducha, y se pone frente al espejo con el vestido negro que Jimena eligió y unos tacones que aún no ha estrenado. Se acerca al tocador y empieza a maquillarse. Demasiada sombra..no, los labios rojos son muy cantosos, mejor rosa chicle. Un poco de rimmel...Listo. No demasiado maquillaje pero lo justo para dar un toque formal y natural. Esa es otra característica de Martina, al contrario que su mejor amiga, odia destacar. Prefiere pasar desapercibida entre la gente.Y suele conseguirlo. Es morena, tiene los ojos verdes azulados, y mide 1,65m. Es bastante guapa, pero no tiene nada que hacer al lado de Jimena. Pelo castaño, ojos marrones, pero preciosos. 1,68m. Y ella misma lo sabe, lo que le hace destacar más. No importa, esa noche no irá con ella a la fiesta.
Media hora después,su hermana la está esperando en el coche en frente de casa.
+Bueno, no quiero que pase nada raro, a las 4:00 quedamos en la puerta y nos vamos para casa.
-A las 3:59 me tienes allí.
Llegan al destino y Melissa aparca. Entran y le presenta a Martina a algunos de sus amigos. Después de un rato hablando con ellos, Martina se acerca a la cocina a ponerse un cubata. En ese momento se le acerca un chico moreno, alto y con unos ojos azules preciosos. Dejando ver sus preciosos y perfectamente colocados dientes, suelta una sonrisa.
+Tú no estudias medicina, ¿verdad?
-No.
+Mi radar no falla.
-Y no haberme visto nunca en la facultad tampoco,¿no?
+Pues la verdad es que no influye, mayormente porque yo tampoco lo estudio. He venido con un amigo. ¿Tú has venido sola?
-Con mi hermana.
+Me llamo Fernando, por cierto.
-Ah, yo Martina.
+¿Y eres así de borde siempre?
-Si con quién no conozco de nada.
+Pues piensa que a mi ya me conoces del chico que vino con un amigo a la misma fiesta que tú con tu hermana y por arte de magia apareció en la cocina mientras te ponías un cubata. Visto así suena largo.
Aunque ese chico le haya caído bien en el fondo, le parezca interesante y obviamente bastante guapo, Martina odia esos momentos. Lo pasa fatal. Se ve poca cosa y siempre se menosprecia, por eso odia cuando intentan tontear con ella.
-La misma cocina donde se quedó solo cuando yo volví con mi hermana y sus amigos.
+Martina Martina, que ya me conoces de algo, no puedes seguir siendo borde. Mira, yo ahora cojo, y me voy a donde estaba, pero si te vuelvo a encontrar por arte de magia otra vez, me debes un rato para hablar y añadir más circunstancias a los motivos por los que me conoces.
Martina ríe. -Hecho.-Y mirándolo fijamente, se aleja hacia la terraza con su hermana.
Cuando llega allí sonríe. Le ha gustado ese chico, tenía algo que le gustaba. Termina el cubata y vuelve a la cocina a ponerse otro con la esperanza de volvérselo a encontrar, pero no está allí. Se recorre toda la casa dando vueltas y no lo encuentra. Se para a pensar y se dice a sí misma que ha sido idiota. Quizá Fernando ya se ha ido y no lo vuelva a ver nunca. Son las 3:00. Cuando ya desiste, abre la puerta del baño y alguien da un grito a la vez que intenta pararlo. Es él. Mira hacia la puerta y ve que es Martina quien ha entrado.
+¿Has visto? Voy a empezar a pensar que soy mago.
-Un golpe de suerte. Para ti quiero decir.
+Puedes añadir un baño a los lugares donde hemos estado juntos y sigues siendo borde. Algo va mal.
Martina ríe, sí, cada vez que habla tiene algo que le gusta.
-Bueno, yo venía a...lavarme las manos.
+Sí, y vas a tener que hablar conmigo gracias al trato que hicimos.
Son las 3:50 y Martina y Fernando siguen hablando sentados en la terraza. Martina no se da cuenta de la hora que es, y no se preocupa por irse. A las 4:20 Melissa la llama al móvil. Martina pega un salto.
-¡Mierda! Mi hermana. Me tengo que ir, no me había fijado en la hora.
Fernando se levanta a darle dos besos, y sin darse cuenta acaban dándose un pico.
-Bu..bueno, me voy, llego tarde.
+Espera, ahora que me conoces, me darás tu número por lo menos.
Martina apunta su número en el móvil de Fernando, se despide rápido y se va. Aquella noche le ha gustado, le ha gustado mucho. Aunque tenga que aguantar la bronca de su hermana al llegar al coche.