Me encantaría que quien lo lea me comente y me diga qué le parece,quiero mejorar en lo que pueda.

jueves, 1 de agosto de 2013

CAPÍTULO 2.

10:00. Suena el despertador. Es verano pero a Martina no le gusta levantarse tarde. Lo primero que hace al levantarse es mirar su móvil.Whatsapp: 10 mensajes de 3 conversaciones. 8 son del grupo que tiene con Raúl y Rebeca preguntándole por su vida de forma irónica.1 es de Jimena. Mierda, llegó a casa tan cansada que se le pasó llamarla.
''Perra, no me has llamado. ¿Qué tal la fiesta? ¿Muchos tíos buenos? CUÉNTAMELO TODO'' 
Y finalmente uno de un número que no tiene guardado.
''Buenos días doña borde. Espero que la señorita no perdiera su carroza por 20 minutos de retraso. ¿Qué tal has dormido? Mi beso supongo que ayudara a que lo hicieras bien.''
Es Fernando, Dios. ¿Qué hace? ¿Qué le dice? Se tranquiliza, empieza por hablar con Raúl y Rebeca y soltarles lo mismo de siempre, que si tienen que quedar, que si blablabla. Sigue por Jimena:
''Lo siento, llegué cansadísima y caí redonda. La fiesta muy bien. No me fijé en eso..(seguido de un icono irónico). Pero conocí a un chico. Es guapísimo. Luego hablamos.''
Y llega la hora de contestar a Fernando. Primero guarda su número y luego escribe:
''Buenos días señór mago. Llegué a tiempo y he dormido bien. Pero suelo hacerlo, no me ayuda ningún beso ;)''
A los 5 minutos tiene 2 mensajes nuevos. Uno es de Jimena para quedar esa tarde, a las 16:00 en casa de Martina. El otro es de Fernando.
''No te hagas la dura, sabes que tengo razón. Oye..que si quiere la señorita, podíamos quedar esta tarde no sé, para tomar algo, para merendar..lo que usted quiera.''
Se está poniendo incluso nerviosa. Se pone ''Let her go'' de Passenger mientras está tumbada en la cama con el móvil. Esa canción le encanta, y le relaja mucho. Aunque le recuerda a....no quiere pensarlo. Pasa y pone una cover de una chica llamada Andrea cantando ''Carita de tonto'' de Marwan, le encanta como lo hace. Piensa. Esa tarde ha quedado con Jimena. Pero puede estar un rato con ella y decirle a Fernando que le pase a buscar por casa a las 18:00 por ejemplo. Sí. Eso hará. Le da la dirección y quedan en eso. Un grito de Lucía, su madre, le hace bajar a desayunar.
+¿Y tú por qué estás tan contenta? Por cierto ya me ha dicho tu hermana que tuvo que estar esperándote. Si te dicen a las 4:00 es a las 4:00.
-Lo siento mamá. Me entretuve con ...una amiga que encontré allí, hacía mucho que no la veía.
+Anda anda, desayuna antes de que empiece a hacerte preguntas y tú empieces a mentir más.
Martina no sabe como lo hace, pero cada vez que miente su madre lo nota. No entiende por qué es pero ya puede empezar a averiguarlo y cambiarlo.
16:00. Jimena llama a la puerta. Puntual, como siempre.
+Pasa.
-¿Y tú que haces tan arreglada? Te he dicho mil veces que lo nuestro no puede ser así que deja de intentarlo. -Jimena ríe al pronunciar la frase.
+Eres tonta eh. He quedado con el chico ese que conocí ayer. A las 18:00 pasa a buscarme.
La expresión de Jimena cambia por completo. No soporta que su amiga esté conociendo a alguien y ella esté sola.
-A ver, enséñame al tío ese.
Martina busca la foto de perfil que Fernando tiene en el whatsapp y se lo enseña.
Jimena hace una mueca con la boca.
-Bah, no está mal, pero me lo imaginaba mejor.
Martina se queda callada. Empiezan a hablar, le cuenta todo sobre la fiesta y Jimena le cuenta con cuantos chicos ha hablado desde que se ha levantado. Así pasan dos horas hasta que..
+Martina, ¡abre la puerta! -dice Lucía desde la cocina.
Martina va a hacerlo pero Jimena se le adelanta. Al abrir, allí está Fernando. Su sonrisa se quita al ver que quien abre la puerta no es Martina. ¿Se habrá confundido de dirección? No. Aquella es la que ella le dio.
-Soy Jimena. -y antes de que Fernando conteste se lanza y le da dos besos.
Fernando se queda mirando y busca a Martina con la mirada. La ve detrás de esa chica alta de pelo largo. Vuelve a sonreír.
+Yo soy Fernando. Y vengo a buscar a Martina. ¿Nos vamos?
-Pero espera, pasa y hablamos los tres un poco.
Martina se está poniendo cada vez más nerviosa. Jimena lo está haciendo otra vez. Ya le ha levantado a más de cuatro chicos. No entiende por qué hace eso, si ella puede tener a quien quiera. Pero Fernando está viendo como es Jimena. Y a las chicas como esas ya las tiene caladas. Ya ha estado con muchas y por eso ahora le gustan las chicas con la actitud de Martina.
+¿Paso entonces?-pregunta Fernando esperando la aceptación de Martina.
-Si quieres....
Y Jimena tira de su brazo arrastrándolo al salón. Se sientan y empiezan a hablar. Pero parece que Martina no está allí. No habla, no dice nada. Fernando la mira cada vez que él habla. Y Jimena se está dando cuenta.
+Ibais a merendar, ¿no? Pues podría ir yo con vosotros.
-Bueno, es que...-y antes de que Fernando termine de hablar Jimena ya se ha puesto la chaqueta y ha cogido su bolso.
Martina no se lo puede creer. Lo está haciendo. Se pellizca, pero por desgracia aquello es real. Y aquella tarde que iba a ser para dos, acaba siendo para tres.

lunes, 29 de julio de 2013

CAPÍTULO 1.

+¡El negro!
-¿Seguro? A mí me gusta más el amarillo.
+El negro, seguro, es precioso.
Martina y Jimena se han recorrido ya todas las tiendas de ropa de la ciudad y por fin parecen haber encontrado el vestido que la primera va a llevar a la fiesta que tanto le inquieta.
Hace ya unos 7 meses que estas dos chicas de 17 años se han vuelto inseparables. Jimena llegó nueva a la ciudad y Martina encontró en ella a quien ahora es su mejor amiga. Y eso es algo que a Raúl y a Rebeca, los amigos de Martina, les molesta. Después de tantos años juntos, los deja tirado por alguien a quien acaba de conocer. Esa no es la Martina que ellos conocieron.
+Me voy para casa, llámame cuando acabe la fiesta y cuéntame qué tal todo.
-Lo haré, no te preocupes.-Martina despide con la mano a su amiga que se aleja entre la gente.
Está muy nerviosa. Melissa,la hermana de Martina, es estudiante de Medicina y ha convencido a su madre para llevarla a una fiesta que hace un compañero de la facultad esa noche, a la que están invitados todos los de su curso.
Llega a casa, se ducha, y se pone frente al espejo con el vestido negro que Jimena eligió y unos tacones que aún no ha estrenado. Se acerca al tocador y empieza a maquillarse. Demasiada sombra..no, los labios rojos son muy cantosos, mejor rosa chicle. Un poco de rimmel...Listo. No demasiado maquillaje pero lo justo para dar un toque formal y natural. Esa es otra característica de Martina, al contrario que su mejor amiga, odia destacar. Prefiere pasar desapercibida entre la gente.Y suele conseguirlo. Es morena, tiene los ojos verdes azulados, y mide 1,65m. Es bastante guapa, pero no tiene nada que hacer al lado de Jimena. Pelo castaño, ojos marrones, pero preciosos. 1,68m. Y ella misma lo sabe, lo que le hace destacar más. No importa, esa noche no irá con ella a la fiesta.
Media hora después,su hermana la está esperando en el coche en frente de casa.
+Bueno, no quiero que pase nada raro, a las 4:00 quedamos en la puerta y nos vamos para casa.
-A las 3:59 me tienes allí.
Llegan al destino y Melissa aparca. Entran y le presenta a Martina a algunos de sus amigos. Después de un rato hablando con ellos, Martina se acerca a la cocina a ponerse un cubata. En ese momento se le acerca un chico moreno, alto y con unos ojos azules preciosos. Dejando ver sus preciosos y perfectamente colocados dientes, suelta una sonrisa.
+Tú no estudias medicina, ¿verdad?
-No.
+Mi radar no falla.
-Y no haberme visto nunca en la facultad tampoco,¿no?
+Pues la verdad es que no influye, mayormente porque yo tampoco lo estudio. He venido con un amigo. ¿Tú has venido sola?
-Con mi hermana.
+Me llamo Fernando, por cierto.
-Ah, yo Martina.
+¿Y eres así de borde siempre?
-Si con quién no conozco de nada.
+Pues piensa que a mi ya me conoces del chico que vino con un amigo a la misma fiesta que tú con tu hermana y por arte de magia apareció en la cocina mientras te ponías un cubata. Visto así suena largo.
Aunque ese chico le haya caído bien en el fondo, le parezca interesante y obviamente bastante guapo, Martina odia esos momentos. Lo pasa fatal. Se ve poca cosa y siempre se menosprecia, por eso odia cuando intentan tontear con ella.
-La misma cocina donde se quedó solo cuando yo volví con mi hermana y sus amigos.
+Martina Martina, que ya me conoces de algo, no puedes seguir siendo borde. Mira, yo ahora cojo, y me voy a donde estaba, pero si te vuelvo a encontrar por arte de magia otra vez, me debes un rato para hablar y añadir más circunstancias a los motivos por los que me conoces.
Martina ríe. -Hecho.-Y mirándolo fijamente, se aleja hacia la terraza con su hermana.
Cuando llega allí sonríe. Le ha gustado ese chico, tenía algo que le gustaba. Termina el cubata y vuelve a la cocina a ponerse otro con la esperanza de volvérselo a encontrar, pero no está allí. Se recorre toda la casa dando vueltas y no lo encuentra. Se para a pensar y se dice a sí misma que ha sido idiota. Quizá Fernando ya se ha ido y no lo vuelva a ver nunca. Son las 3:00. Cuando ya desiste, abre la puerta del baño y alguien da un grito a la vez que intenta pararlo. Es él. Mira hacia la puerta y ve que es Martina quien ha entrado.
+¿Has visto? Voy a empezar a pensar que soy mago.
-Un golpe de suerte. Para ti quiero decir.
+Puedes añadir un baño a los lugares donde hemos estado juntos y sigues siendo borde. Algo va mal.
Martina ríe, sí, cada vez que habla tiene algo que le gusta.
-Bueno, yo venía a...lavarme las manos.
+Sí, y vas a tener que hablar conmigo gracias al trato que hicimos.
Son las 3:50 y Martina y Fernando siguen hablando sentados en la terraza. Martina no se da cuenta de la hora que es, y no se preocupa por irse. A las 4:20 Melissa la llama al móvil. Martina pega un salto.
-¡Mierda! Mi hermana. Me tengo que ir, no me había fijado en la hora.
Fernando se levanta a darle dos besos, y sin darse cuenta acaban dándose un pico.
-Bu..bueno, me voy, llego tarde.
+Espera, ahora que me conoces, me darás tu número por lo menos.
Martina apunta su número en el móvil de Fernando, se despide rápido y se va. Aquella noche le ha gustado, le ha gustado mucho. Aunque tenga que aguantar la bronca de su hermana al llegar al coche.